La anestesiología es la especialidad médica dedicada a la atención y cuidados especiales e intensivos de los pacientes durante las intervenciones quirúrgicas u otros procesos que puedan resultar molestos o dolorosos. Asimismo, tiene a su cargo el tratamiento del dolor agudo o crónico de causa extraquirúrgica.
Las etapas de la anestesia general se distinguen claramente en tres fases principales: la inducción, que marca el comienzo del proceso anestésico; el mantenimiento, durante el cual se mantiene el estado anestésico; y la fase de recuperación, que implica el despertar del paciente.
La inducción de la anestesia:
Constituye la fase por la cual el paciente pasa de un estado de conciencia o vigilia a un estado de inconsciencia profunda, se trata por tanto de un estado de coma inducido farmacológicamente. Ello se consigue mediante agentes farmacológicos administrados por vía intravenosa (la mas usual) o mediante vía inhalatoria.
El mantenimiento anestésico:
Intimamente ligada al anterior, consiste en mantener el estado de inconsciencia y todos los condicionantes arriba mencionados a la anestesia general, durante el tiempo que se precise. Para ello se usan agentes farmacológicos intravenosos y/o inhalatorios.
Consiste en la recuperación del estado de conciencia y lo inherente a ella, como la respiración espontánea y la respuesta somática y del sistema nervioso autónomo ante estímulos habituales.
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